Entrevista a Mourinho en el Corriero della Sera

Entrevista a Mourinho en el periódico italiano el Corriero della Sera

P: Roberto Ponti (entrevistador)
R: Mourinho

PREGUNTA. José Mourinho, ¿cómo le va en Madrid?

RESPUESTA. Fenomenal. Somos líderes en la Liga y con muchas posibilidades de estar en las semifinales de la Liga de Campeones. Estupendamente.

P. Pero las críticas no faltan.



R. Estoy acostumbrado. Soy criticado si digo blanco y si digo negro. Si hablo después de un partido o si estoy callado. A veces me siento perdido, porque no sé qué dirección tomar: haga lo que haga, soy criticado.

P. ¿Se ha acostumbrado?

R. Sí, es parte de mi trabajo, aunque a veces no tengo la seguridad de estar siendo respetado.

P. ¿Quién le respeta?

R. Seguramente, mis jugadores, mis hijos y mi familia.

P. ¿Cómo se gana alguien el respeto de los jugadores?



R. Los jugadores son personas que lo tienen todo. Tienen estatus. Son inteligentes. Estudian. Tienen acceso a todo. Saben lo que es un entrenador preparado, lo que es un entrenador honesto. Y la forma de tener su respeto es respetarlos a ellos. Y yo respeto a los futbolistas por encima de cualquier cosa en el fútbol.

P. Usted ha entrenado en diferentes países. ¿Cómo ha transmitido su cultura ganadora en culturas tan diferentes?

R. Primero de todo se necesita tener algo de fortuna.

P. ¿Usted se considera un hombre afortunado?

R. Muy afortunado. He tenido la posibilidad de trabajar con personas fantásticas.

P. Hablemos de sus equipos…

R. Creo que no se puede cambiar por completo la personalidad de la gente. Cuando entras en un equipo, buscas sacar lo mejor de cada persona. Cuando compras a un jugador, recoges información sobre él, su personalidad, su carácter, pero tienes que tener suerte. Sólo cuando trabajes con él lo vas a conocer.

P. ¿Y cómo son las personas con las que ha trabajado?

R. Fantásticas. En el Chelsea, la mitad del equipo era africano y ha sido algo único: 12 jugadores africanos con 11 europeos crearon un grupo fantástico. En el Inter había siete u ocho jugadores argentinos, una familia increíble. Nunca, jamás, en ningún lugar, he sentido una familia como ésa.

P. Parece que echa de menos a aquel grupo.

R. Sí. Y ellos también me echan de menos a mí.

P. ¿Cómo se consigue crear un grupo ganador?

R. Lo importante es comunicarte con los jugadores en la lengua del país. En España en español, inglés en Inglaterra. No puedes usar otra lengua. También es bueno saber idiomas para las conversaciones privadas con los futbolistas. Cuando hablas a solas con ellos, poder comunicarte con ellos en su lengua es muy importante.

P. ¿Se siente un ganador?

R. Soy un ganador.

P. ¿Qué cosa es la que le hace 'Especial' respecto a los demás entrenadores?

R. Los entrenadores se concentran en la victoria, en los títulos, en los resultados. Es lo que hace historia. En los últimos 10 años ninguno ha ganado tanto como yo. Ser 'Especial' es todo esto.

P. ¿Le pesa a menudo el sobrenombre de 'The Special One'?

R. No me parece algo negativo, por lo tanto...

P. ¿Qué tiene de especial José Mourinho?

R. Ser especial en el fútbol significa ganar. La gente olvida a los perdedores. Lo dije la temporada pasada cuando perdimos la semifinal de Champions con el Barça. Los seguidores me decían: no se va a olvidar nunca cómo hemos perdido: el gol anulado a Higuaín, las expulsiones… Y yo respondía: sí, la gente se olvida. En dos años nadie se acuerda de lo que ha pasado, sólo se acuerda de los que ganan. Cuando puedes ganar, debes ganar, ganar y volver a ganar. Ganar todo es imposible. Pero si lo haces regularmente, entonces quedas en la historia.

P. ¿Y cómo se ha convirtió en un ganador?

R. No lo sé. Creo que soy competitivo desde niño. Todo para mí era competición, incluidas las cosas más sencillas. Y cuando estás en una competición, quieres ganar. Es algo con lo que nací.

P. ¿Contra quién compite?

R. Me reto a mí mismo más de lo que desafío a los demás. Me fijo siempre objetivos difíciles, compito siempre conmigo mismo.

P. "Siento el ruido de los enemigos" ¿Recuerda de esta frase?

R. Claro.

P. ¿Tiene la necesidad de tener enemigos para dar el máximo?

R. Es mejor. No creo que sea crucial, pero es mejor. Especialmente, cuando estás en un momento de éxito y tiendes a relajarte. Si sientes ese ruido, notas que están buscando aprovecharse de un momento tuyo de dificultad. Esto ayuda. Sí, prefiero tenerlos.



P. ¿Y tiene muchos?

R. ¡Cuidado! Quiero precisar que la palabra enemigo no es una palabra aplicable a mi vida privada. Cuando digo enemigos, hablo de fútbol. Desde niños competimos y en ese momento hasta mis amigos. La adrenalina es algo que tu cuerpo necesita. Y para evitar relajarme, prefiero sentir un poco el ruido de los enemigos.

P. A propósito de frases célebres, hablemos de "cero títulos" [frase suya en marzo de 2009 en referencia a Milan y Juve].

R. [Carcajada]. Hablemos.

P. ¿Cuándo planificó aquella rueda de prensa?

R. Planifico siempre las ruedas de prensa. Cuando hay partido, sobre el partido. Cuando es de un entrenamiento, sobre el entrenamiento. Cuando tengo que hablar sé exactamente lo que tengo que decir.

P. Aquella frase se convirtió en una mantra, una frase sagrada. ¿Cómo nació?

R. Estábamos en un momento clave de la temporada, podíamos ganar todo o nada. Roma, Juve y Milan nos seguían en la tabla. Con la Roma teníamos que jugar la final de Copa y en Champions estábamos en cuartos, lejos de ganarla. Necesitaba meter un poco de presión a los rivales y que comprendieran que podía ocurrir que no ganaran nada.

P. Y sucedió. ¿Cuándo se dio cuenta de haber creado una gran tormenta?

R. Un par de días de después de la rueda de prensa, llegué a Appiano Gentile y en la entrada vi un grupo de chavales que vendían camisetas. Corrieron hacia mí y me lanzaron una por una ventana que estaba abierta. "Mister, míster, gracias", me dijeron. "Gracias, ¿por qué?". Me enseñaron la camiseta de mi foto con las esposas y la frase "cero títulos" y me dijeron: "Estamos vendiendo muchísimas". "Me alegro", les dije.

P. Buenos tiempos aquellos del Inter. Ahora las cosas han cambiado un poco.

R. Lo sé. Soy el primer tifoso del Inter.

P. Siempre ha dicho esto. También que el Inter es su casa y que antes o después volverá.

R. Es verdad, lo he dicho.

P. Más de un seguidor nerazzurro espera que ese regreso sea antes que después…

R. Si es una forma de preguntarme por mí futuro, respondo que es un tema sobre el que no tengo nada que decir. Tengo dos años más de contrato con el Real Madrid y nunca he dicho que no me quedaría en el Real Madrid.

P. Mensaje recibido. ¿Se siente ya líder de este Madrid?

R. Absolutamente.

P. ¿Para usted es fácil ser líder?

R. Más que fácil, es natural para mí. Se ha convertido en mi trabajo. Cuando entro en un campo de entrenamiento, sé quién soy y lo que se espera de mí. En mi trabajo sé que debo mandar. Es algo natural. No siento la presión, tengo que mandar. Y cuando estoy de vacaciones echo de menos esa sensación.

P. Usted se ha convertido también en un personaje por su 'look'. No es casual que usted sea imagen de varias marcas.

R. Para ser entrenador hace falta capacidad, liderazgo y trabajo. No se gana por una chaqueta, un corte de pelo o una buena capacidad para comunicarse.

P. Su abrigo está en el museo del Chelsea.

R. Es una historia divertida. Aquel abrigo que me puse durante dos años, de Armani, lo subasté para recaudar fondos para una fundación que ayudaba a niños enfermos de cáncer, fundación en la que yo y al señora Blair éramos embajadores.

Un señor lo compró por un buen precio y se lo llevó a casa. Después se dio cuenta que el abrigo no era suyo, era del Chelsea, de la historia del Chelsea y lo donó al museo. Ahora está allí, como las botas de Lampard o Drogba. Estoy feliz de haberlo subastado, pero más de que aquel señor lo donara al museo.

P. ¿El suyo es un 'look' fabricado artificialmente?

R. ¡Por favor! No me interesa vestirme para otros, lo hago para sentirme cómodo. Me puede ver un día con un buen traje, bien cortado, y al siguiente como si fuera en pijama, chanclas y pantalones cortos. Adidas es mi marca preferida desde niño. Me he gastado un montón de dinero antes de que fuera mi sponsor. Es justo que ahora paguen con intereses. Pero no me siento un hombre a la moda.

P. ¿Nunca ha tenido una discusión con algún jugador?

R. Sucede.

P. ¿Si debiera recordar una, cuál sería?

R. Quizá aquella con Ibrahimovic, la única que tuve con él. Duró cinco minutos. Se quería ir al Barcelona para ganar la Champions. Estaba enfadado con él. Le dije que se quedara y la ganara con el Inter.

P. Usted tuvo razón.

R. Y lo sentí por Ibra, porque es un jugador y una persona increíble. El tipo de chico al que adoro, que tiene una vida fantástica con su familia fuera del fútbol. Vive para la familia, para el fútbol. Es un ganador.

P. Los detractores de Ibrahimovic mantienen que en Europa nunca ha ganado nada.

R. Me disgusta que a veces la gente se olvide de lo que ha hecho este chico, que ha ganado nueve ligas seguidas. Nadie debe olvidarse de eso. Y además está aún a tiempo de ganar la Champions, el único trofeo que le falta.

P.Ibra habla a menudo bien de usted, como casi todos los jugadores a los que ha entrenado.

R. Los jugadores saben instintivamente si les respetas. Y cuando les respetas, la cuestión no es si son titulares o no. Tienen que sentir que les respetas y que les empujas a hacerlo mejor. Y cuando les das esto, el respeto se convierte en recíproco.

P. ¿Siente más responsabilidad con sus jugadores o con sus hijos?

R. Claramente, la responsabilidad es mayor con mis hijos, aunque con ellos me toca la parte más fácil.

P. ¿En qué sentido?

R. Porque lo más complicado es para su madre: educarlos. Por mí trabajo, no tengo demasiado tiempo para estar con ellos y cuando estoy en casa, más que educarlos, trato de disfrutarlos.

P. ¿Su hijo juega al fútbol?

R. Sí.

P. ¿En el Real Madrid?

R. No, imposible. Dejemos a los niños fuera de la presión y de las cosas malévolas. Ellos tienen que divertirse.

P. ¿Qué es lo más importante que intenta enseñar a sus hijos?

R. Mi mujer y yo intentamos que sean educados, que comprendan el mundo real y no su microcosmos. Y queremos que sean felices. Queremos darles las condiciones esenciales para que se conviertan en aquello que quieren ser. Nada más.

No quiero que mi hijo sea un futbolista de élite. Todo lo contrario. Tienen que estudiar, formarse. Su madre es muy honesta y severa con ellos. Tengo miedo, ya que estoy en el mundo del fútbol, que muchos padres vean el colegio como un problema para aquellos niños para los que el fútbol es la cosa más importante. Mi mujer, cuando habla con los profesores, pregunta siempre una cosa: "¿Mis hijos son educados?".

P. Usted ha dicho que sólo sus dos familias, la verdadera y la de sus jugadores, conocen su verdadera cara. ¿Al mundo qué cara le muestra?

R. Ésta. La cara que yo quiero mostrar es la que muestro. Es la cara del entrenador, del hombre competitivo, de un hombre de fútbol. Las personas que me conocen, quieren vivirme como un privilegio. No creo que mi familia y mis amigos estuviesen contentos si compartiera con todo el mundo mi verdadero yo. Para el resto, soy un hombre de fútbol y nada más.

P. Hablando de fútbol, usted dijo una vez "quien sabe sólo de fútbol no sabe nada de fútbol". ¿De verdad es así?

R. Cuando lo dije, entendía que conocer sólo del balón no basta para ser un gran entrenador. Hay que saber de bioquímica, biología, anatomía, estadística, liderazgo… Hay tantas áreas que te ayudan a convertirte en un entrenador mejor.

Para los jugadores, una base de cultura general es fundamental porque hoy son muy diferentes a los de hace 30 o 40 años. Cuando lo entrenas no les puedes decir sólo "dale a la pelota de esta forma" porque ellos te miran como alguien que puede hacerles mejor intelectualmente.



P. Se acuerda del mensaje "motivación + ambición…

R. Claro, han pasado tantos años…

P. … + espíritu de equipo = la filosofía de Mourinho: éxito"?

R. Era una frase motivadora que escribí hace mucho y que aún vale. Los chicos deben sentir que tener calidad y talento no es suficiente. La vida agónica de un jugador se limita a 10 años, no a 50. En 10 años, tiene que intentar obtener el máximo sea en términos económicos, de prestigio, de autoestima, de resultados porque todo va muy deprisa. Alguno de mis jugadores ha terminado su carrera y todos me dicen lo mismo: ha pasado tan deprisa, parece ayer, no me lo puede creer. Hace dos días era un chaval y ahora se ha acabado mi carrera.

P. ¿Entonces?

R. Entonces tengo que persuadir a los chicos de que deben vivir el fútbol, que no puede desperdiciar su talento. Si no tienes talento, perfecto, pero si Dios te dio talento y no lo agarras fuerte con las dos manos, entonces

P. ¿Ha visto a muchos jugadores desperdiciar su talento?

R. Uhhhhhh. Muchísimos.

P. ¿Está pensando quizá en un jugador que está ahora en Manchester? [Balotelli, al que tuvo en el Inter].

R. [Sonrisa]. Muchísimos.

P. ¿Cuáles son los próximos objetivos de Mourinho?

R. En el fútbol son tres: ser el único en ganar la Champions con tres equipos diferentes, ser el único en ganar la Liga en los tres campeonatos más difíciles (Inglaterra, Italia y España) y ser el primero en ganar un título con Portugal.

P. ¿Y en la vida?

R. Sólo estar sano, ver que las personas a las que quiero tienen salud, disfrutar de mi familia, de mi mujer, mis hijos y en el futuro de mis nietos.

P. ¿Y qué querría que se dijera de Mourinho cuando se retire?

R. Un hombre de fútbol que lo mejor que ha sabido, su trabajo

2 comentarios:

  1. Miguel Salvatierra4 de abril de 2012, 12:00

    Gracias por el detallado artículo de la entrevista.
    Bueno.

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  2. Una entrevista muy interesante, gracias :)

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